domingo, 9 de noviembre de 2014

La luz de Adela Sainz Abascal

Esa extraña, la luz
Adela Sainz Abascal
Renacimiento, Sevilla, 2014

      Adela Sainz Abascal (Saro, Cantabria, 1965) acaba de publicar su tercer libro, Esa extraña, la luz, que consta de treinta y nueve poemas y, está dividido en cuatro partes. El núcleo del volumen es esa búsqueda que la poeta, con un lenguaje visual, sugerente, enigmático a veces, hace sobre el papel en blanco, esa otra luz “donde [se] hospeda el silencio”,  donde ella quiere dejar o encontrar un poco de su oscuridad. De ese momento de la escritura nos hablan algunos poemas, como “La batalla” o “El fulgor del rayo”. Otros, como la punta de un iceberg, dicen mucho más de lo que parecen decir, por eso hay que leerlos entre líneas para encontrar su sentido e interpretarlos. También se inspira en el recuerdo de la infancia, esa fuente inagotable. Sainz Abascal utiliza indistintamente la primera y la segunda persona del singular, con la que la poeta parece dirigirse a sí misma. Con este libro descubrimos que escribir es buscar en una hoja en blanco lo que no sabemos aún qué es. La poesía es descubrimiento. Como dice en el poema “Buscando qué”: “Y si me pusiera a escarbar la tierra, / buscando ¿qué?, y encontrase”. Este libro es sin duda un placentero encuentro con la poeta buscando también ese algo que no sabemos qué es.
      Copio a continuación un poema:

                El fulgor del rayo

            Emborronas,
            antes de comenzar,
            una letra de la cabecera.
            Y sabes,
            con certeza
            similar al fulgor del rayo,
            que la página está,
            como otras,
            condenada al fracaso.


 [El comentario se publicó en el número dos de la revista Anáfora]

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