sábado, 31 de mayo de 2014

Última tarde de mayo


Es la última tarde de mayo. Contemplo desde mi ventana la Plaza de Toros. Y escucho que:

En un viejo árbol
canta escondido un tordo.
Por un instante siento que es el viejo
árbol el que se apena oscuro y canta
despidiendo este día.



martes, 27 de mayo de 2014

Panambi

Adolfo González

Mariposa

Mi perro corre
tras una mariposa.
La mariposa es esta tarde,
y se pierde en el cielo,
y se lleva los ojos del perro
y mis ojos detrás.
                                   De repente
el perro y yo
con dos nuevos huecos en la cara.

Panambi

Che jagua oñani
panambi rapykuéri.
Pe panambi ha’e ko ka’aru,
ha okañy yvágare,
ha ogueraha che jagua resa
ha che resa hapykuéri.
                                   Pechaháinte
pe jagua ha che
mokõi kuára pyahu oresyváre.


                                                        [La luna en la punta de lengua, 2013]

jueves, 1 de mayo de 2014

Javier Almuzara y el don de la palabra

Con el motivo del 92º aniversario del nacimiento del poeta y lingüista Emilio Alarcos Llorach, el poeta Javier Almuzara dio el pasado 28 de abril una conferencia en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo titulada "La poesía: la música que piensa". Al conferenciante lo acompañó el crítico literario José Luis García Martín y la directora de la Cátedra Emilio Alarcos, Josefina Martínez.
En nombre de la Cátedra, que lleva trece años de actividad, Josefina Martínez empezó dándole las gracias a Javier Almuzara y recitando luego algunos versos de Jorge Guillén. "Son muchos los talentos de este admirable hombre. Es un excelente poeta, su poesía es de hermosa sonoridad", dijo la directora de Javier Almuzara. "Javier Almuzara es ejemplo vivo de una vocación literaria", siguió recalcando. Y es que Javier Almuzara fue alumno de Josefina Martínez en la Universidad de Oviedo. "Era un joven educado, discreto, que siempre iba por libre en las disciplinas", recuerda la directora, quien intentó guiarle para que se encaminara hacia la gramática de la lengua española. “Mal intento”, bromeó al final.  “Lo que a él le interesaba era la otra gramática, la  de las emociones, la peripecia humana”, sentenciaba antes de cederle la palabra a José Luis García Martín.
Por su parte, García Martín recuerda que conoció a Javier Almuzara allá por el año 1989. “Yo vi su primer poema”, dice orgulloso. Y es que Javier Almuzara lleva escribiendo y publicando poemas veinticinco años. Y pronto aparecerán dos libros con el sello de la prestigiosa editorial Renacimiento. Después de referir algunas anécdotas literarias, García Martín resume en tres palabras a Javier Almuzara, una es Poesía. “Es un poeta de tradición clásica”, afirma. Javier Almuzara escribe sonetos, epigramas, décimas, poemas con rimas, con métrica, con ironía, poemas que conectan con la fábula. Sus maestros fundamentales son: Horacio y Omar Jayyam. La segunda palabra que define a Almuzara es Música. “Javier Almuzara habla de la música con la pasión que da el conocimiento”. Es amante constante de este tipo de arte y contagia su amor por la música. Y la última palabra es Entusiasmo. “Es un entusiasta de aquello que admira, de aquello que ama. Y sabe transmitir ese entusiasmo”, explica García Martín quien lo conoce mejor que nadie.
Después de las bellas palabras de Josefina Martínez y José Luis García Martín,  Javier Almuzara no puede ocultar la alegría. Su semblante, sus esquivas y movedizas cejas negras, sus gestos, delatan la alegría de estar rodeado de tan buenos admiradores.
Los aplausos del público aún no cesaban cuando quiso mostrar su agradecimiento a la Cátedra Emilio Alarcos.
“El nombre de Emilio Alarcos a mí solo me trae satisfacción”, empieza confesando el poeta. Y es que Javier Almuzara fue ganador del II Premio Alarcos de Poesía en el 2003 con el libro Constantes vitales. Es además un gran lector de los ensayos del filólogo homenajeado.
Javier Almuzara es un excelente articulista, colabora semanalmente en Asturias Diario, donde habla de arte, de música, de literatura, en fin, de todo lo que él sabe. Su prosa siempre está entreverada con algún aforismo.
Antes de su conferencia, Javier Almuzara leyó y comentó un poema elegíaco de Emilio Alarcos para homenajearlo.
La conferencia estaba tan llena de metáforas brillantes que era imposible aburrirse. Como maestro que es, nos hizo sentir a todos los presentes alumnos suyos. 
Javier Almuzara dice que suele escribir los poemas en cualquier parte, siempre lleva consigo una libreta para anotar sus ocurrencias. Pero la inspiración le acompaña sobre todo en sus viajes, como por ejemplo, en una excursión a Grecia. “Era un atardecer maravilloso en la isla de Siros”, rememora. Describe poéticamente el lugar, como un locus amoenus, y el momento en que la musa iba a dictarle unos versos. “Todo era perfecto en aquel instante y luminoso” cuando se le ocurrió un poema y lo dejó grabado sobre una pizarra de una capilla blanca frente al mar. Los versos del poema dicen así: “Luz y silencio. / He venido a encontrarme / con lo que llevo dentro”, recita.
Como alumno, he anotado de forma apresurada unos apuntes que merecen sin duda la pena de ser guardados en la memoria. Cito a continuación algunas de sus frases:
“La concisión obliga a ser preciso, aunque la concisión no garantiza la exactitud”
“Más vale soneto forzado que ciento volátil”.
 “Escribir poesía es un proceso de descubrimiento. La forma poética forma parte de esa revelación y está al final del proceso, no en su punto de partida. Lo que tenga que decir el poema además será un proceso irreductible incluso para el propio poeta, o no merecería la pena el viaje a esas tierras remotas con vocación de nuevo continente”.
“Deja de haber sido buen escritor quien termina siendo malo”.
“La poesía puede cantar sin alzar la voz”.
“El aliento poético no debe confundirse con la respiración de la prosa”.
“Despojar a la poesía del manto retórico no es desnudarla de artificio”.
“Puede hacerse poesía de la prosa, pero nunca prosa de la poesía”.
 “Lo que busco en poesía, como creador y lector indistintamente, es ligereza sin frivolidad, gracia sin vulgaridad, hondura sin hermetismo, inteligencia sin aridez y emoción sin patetismo”.
“Escribir poesía es un arte en dos tiempos. El proceso debe iniciarse sin fiscal y el oficio solo debe terminar sin abogado defensor. Es decir, que hay que escribir sin trabas y corregir sin piedad.”