miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mensajes


Hoy recibí tu mensaje  desde España, decía en letras nebulosas y defectuosas: “Te estraño musho” y sentí un cosquilleo en mi entraña, en la garganta y también en las manos, no es un pronóstico económico sino más bien añoranzas de las caricias. Me da ternura leer tus palabras con faltas de ortografía aunque sé que lo haces a propósito para hacerme reír tal vez, porque sabes también que no soy de corregir, hay algunos errores que me gustan de ti, como el día en que te conocí por ejemplo, un error como cuando se hace un tatuaje, no por si uno se arrepiente sino porque es difícil de borrar.
Tan lejos estás mi sol, y ahora ya tienes que brillar en otros horizontes, a cinco minutos luz, tal vez, o más.
Cada día, mi mente te trae y puedo verte reír por ahí con tus blancos dientes, recuerdo que siempre te decía que serías perfecta para una campaña publicitaria de alguna crema dentífrica internacional y cuando te decía eso te volvías a reír. ¡Vaya bombazo! 
“También te extraño y te amo a pesar de todo” Contesté en el móvil que tenía tu foto como fondo de pantalla; era imposible no pensar en ti. Hasta hubo días que cambiaba de fondo, porque quería alejarte de mis pensamientos, pero esa foto vuelve a aparecer en la pantalla como un fantasma obsesivo, creo también que el móvil tendrá algún virus o algo parecido, pienso, o será un alcahuete electrónico programado para ese fin, como que hoy en día la tecnología, ya sabes…está como loca.
Hoy amanece el día, parece igual que ayer, pero a pesar de todo sin vos me estoy muriendo, sin darme cuenta ¡eh!  El cielo se rompe, se está cayendo sin ti mi sol, todo se desmorona, mis neuronas se pelean dentro de mi cabeza como en un parlamento democrático, ¡ja! Unos quieren olvidarte y otros no y ¡ya no se qué hacer!

No hay comentarios:

Publicar un comentario